CRÓNICAS DE UNA MUERTE ANUNCIADA
«La vida no es como en las películas. La vida es más difícil.»
Cinema Paradiso
Se abre se cierra, protocolos de extremo cuidado y el virus avanza.
La llegada de una pandemia ha sacudido nuestra vida, como sacudió la vida de los protagonistas de Contagio (Steven Soderbergh, 2011), lo que conocíamos como normal o cotidiano ya no existe.
Ir cine. La necesidad de distancia social, de espacios constantemente sanitizados, más el miedo generalizado tiene efecto en el consumo de arte y cultura. Las salas están vacías, la falta de grandes estrenos, ha provocado que el cine -especialmente, los exhibidores- no viva su mejor momento.
Las empresas cinematográficas estén en pausa. Los estudios han decidido retrasar las películas que se prometían más taquilleras a 2022 debido a la poca afluencia que se está dando a la hora de visitar las salas de cine y a que muchos de los cines de EE. UU. permanecen cerrados en estados, como California o Nueva York. De hecho, una de las pruebas de fuego para las majors -grandes productoras de cine, como Paramount- fue el estreno de Tenet (Christopher Nolan, 2020) en agosto. Muchos estudios consideraron que no recaudó lo suficiente y prefirieron mover ficha retrasando sus películas a épocas en las que esperan tener mejores resultados.
2021 iba a ser el año de Dune, el último largometraje de Denis Villeneuve, remake de la cinta de David Lynch de 1984; iba a ser el año de la versión de West Side Story, de Steven Spielberg; iba a ser el año de la última película de James Bond protagonizada por Daniel Craig; iba a ser el año de grandes superproducciones como Black Widow o The Eternals; iba a ser, pero nunca será.
«La vida es muy difícil y dolorosa, pero entras en una de esas salas de cine, y de pronto enfrente de ti ves a Fred Astaire o a Robert Redford, o a quien sea, y te parecen tan divertidos y tan valientes, tan conmovedores. Luego, cuando acaba la película, vuelves al mundo real y no encuentras taxi y está lloviendo.»
Woody Allen
Para cada persona el cine simboliza algo diferente: entretenimiento, arte, hobbie, trabajo, etc. Pero sí es cierto que esta industria es una parte muy importante de la cultura. Es uno de los medios visuales de masas que sirve para representar una realidad y tiene un papel muy importante en el imaginario colectivo. En contextos normales, arrastra a millones de personas a contemplar delante de una pantalla lo que un equipo tiene que decir sobre algo. Puede ser sobre la II Guerra Mundial, sobre un divorcio o sobre la unión de personas con poderes extraordinarios para salvar el mundo.
«Las películas tocan nuestros corazones, despiertan nuestra visión, y cambian nuestra forma de ver las cosas. Nos llevan a otros lugares. Nos abren las puertas y las mentes. Las películas son los recuerdos de nuestra vida. Tenemos que seguir con vida.»
Si las grandes majors como Warner, Disney, Paramount, no estrenan sus películas esperando que se pasen las vacas flacas, no habrá salas de cine llenas y esta trágica situación nunca pasará. Si no hay salas de cine para ver James Bond, películas del universo Marvel o DC, entre otras superproducciones, no habrá salas de cines para ver películas como Parásitos, El Faro o The Farewell.
Son las grandes industrias cinematográficas quienes pueden salvar a los exhibidores, la pregunta es ¿están dispuestas a hacerlo?
«Un buen vino es como una buena película: dura un instante y te deja en la boca un sabor a gloria; es nuevo en cada sorbo y, como ocurre con las películas, nace y renace en cada degustador.»
Federico Fellini.