La perrita rusa «Laika» fue el primer ser vivo que dejó el planeta Tierra, a bordo del satélite ruso Sputnik 2, rumbo al espacio el 3 de noviembre de 1957. Esta pionera de cuatro patas no regresó y se convirtió en la primera «víctima» de la odisea espacial, una lista que aumentaría a lo largo de los años con distintos animales.
Otros 48 perros fueron enviados entre 1948 y 1961, además 15 monos y dos conejos, hasta que finalmente Yuri Gagarin fue el primer navegante espacial: la Vostok, se puso en órbita desde la Unión Soviética el 12 de abril de 1961.
Laika fue el único animal deliberadamente enviado para una muerte segura lejos de la Tierra., mientras que otros 27 animales murieron en accidentes debido a circunstancias imprevistas durante la travesía.
Carrera al espacio
El líder soviético Nikita Kruschev, quien asumió el mando de la Unión Soviética dos años después de la muerte de Joseph Stalin, encabezó una carrera espacial contra Estados Unidos, una disputa entre los dos imperios para ampliar sus esferas de influencia en el mundo, en pleno auge de la Guerra Fría.
Con el objetivo de «conquistar el espacio» Estados Unidos y la Unión Soviética se embarcaron en una ostentación internacional de fuerza, tecnología y desarrollo.
Se largó la carrera. Por un lado, Kruschev dispuso enormes sumas para la investigación espacial, el apuro impedía un trabajo sistemático y detallado. Sin embargo, el primer satélite ruso desocupado fue puesto en órbita el 4 de octubre de 1957.
El líder soviético le exigió algo «espectacular» para el 40º aniversario de la revolución comunista al ingeniero responsable del programa espacial Sergey Korolev. Fue así que el científico le propuso enviar un perro al espacio. De todos modos, aún no contaban con la tecnología suficiente para garantizar el retorno del satélite, por lo que el animal sería enviado a una muerte segura.
Durante muchos años, el gobierno soviético sostuvo que Laika había muerto sin dolor después de una semana en órbita. Pero hoy está confirmado que la perra murió seis horas después del lanzamiento, por una combinación de problemas respiratorios y una parada cardíaca tras el sobrecalentamiento de la cabina. Las primeras evidencias de su causa de muerte fueron presentadas en 2002 en el World Space Congress de Houston, Texas, por Dimitri Malashenkov, del Instituto para Problemas Biológicos de Moscú.
La muerte
Los sensores implantados en Laika determinaron que, durante el lanzamiento, el ritmo de las pulsaciones de la perrita aumentó, situándose tres veces por encima del ritmo en estado de reposo. Esto se convirtió en un indicador del alto grado de estrés de Laika en el trayecto al espacio.
Los sensores atmosféricos evidenciaron que los niveles de humedad y de temperatura de la cápsula se incrementaron poco después del inicio de la misión. La temperatura llegó a superar los 40 grados centígrados.
Seis horas después del despegue, los sensores registraron un paro cardíaco, por lo que confirmaron que la perrita había muerto como consecuencia del supercalentamiento de la cabina y del estrés.
El satélite con el cuerpo de Laika dio 2370 vueltas en órbita y ardió al entrar en la atmósfera el 14 de abril de 1958.
Fuente: PERFIL