Alcanzar este objetivo fue consecuencia de que el ritmo de vacunación se vino acelerando en las últimas semanas, con más de 3 millones de dosis de alguna de las vacunas disponibles administradas diariamente en abril, frente a la media de 2,5 millones registrada en marzo. En Estados Unidos están disponibles las vacunas de doble dosis de Moderna y Pfizer/BioNTech y, hasta la semana pasada, la de monodosis de Johnson & Johnson (J&J).
«Si tienes más 16 años o más, ahora es tu turno para vacunarte, da igual donde vivas», afirmó Andy Slavitt, el asesor del grupo de respuesta al coronavirus de la Casa Blanca, en una rueda de prensa realizada recientemente. «Nunca fue tan fácil -remarcó- recibir una vacuna».
Pero para los argentinos que desean vacunarse en EE.UU., cualquiera sea el motivo que los aliente a hacerlo, existen varias barreras que tienen que superar para poder cumplir con sus deseos, que son ajenos a la vacunación propiamente dicha.
En primer lugar, deben contar con la visa inmigratoria actualizada, ya que de no tenerla es imposible tramitarla pues el Consulado en Argentina permanece cerrado. La segunda valla es obtener un pasaje, que viene con costos recargados, pues el tránsito aéreo entre ambos países está muy acotado.
Dos pasajes para volar durante la primera quincena de junio, incluyendo impuestos y con dos a tres escalas, no bajan de los 350.000 pesos. Si se prefiere un vuelo directo, entonces es posible que haya que desembolsar más de $500.000 por dos tickets.
Otro dato no menor es el costo que se debe afrontar si se debe permanecer en alguna ciudad de EE.UU. si se pretende recibir dos dosis de alguna de las vacunas disponibles.
Sobre este último punto, conviene repasar rápidamente los precios y las diferencias que existen por productos y servicios similares entre ambos países, para lo cual sirven como referencia los datos que publica en forma habitual el portal Preciosmundi.com.
Quien opte por el alquiler de un departamento de un dormitorio en las afueras de Miami deberá pensar en abonar en promedio unos u$s1.100 mensuales, mientras que si busca algo mejor ubicado el costo se incrementará en unos 200 dólares.
Pero si el plan es familiar y se buscan 3 ambientes, los precios rondarán los u$s1.700 y los u$s2.200 según la ubicación.
Si se comparan estos valores con los que rigen en Argentina, se concluye que se deberá abonar entre un 600% y 876% más por comodidades similares.
En lo que hace a la movilidad, quien alquile un auto pagará solo un 14% más por la nafta que cargue en el tanque, pero si se mueve en taxi la bajada de bandera será un 432% más cara, pues rondará los u$s3,30 frente a los 0,62% en nuestro país.
A partir de este costo inicial, un trayecto de una hora rondará los 30 dólares, es decir casi diez veces más que en un viaje local.
Finalmente, el boleto en transporte público, que ronda los u$s2,25 es once veces más caro que en Argentina.
Con respecto a las compras en el supermercado, también se debe ir preparado para recibir una estocada en la cuenta a abonar, pues las diferencias son muy importantes, ya que van desde un 75% para el caso de la leche hasta el 659% para el arroz, pero este último no es el único con márgenes tan elevados, pues el vino de calidad media cuesta casi un 600%, mientras que las papas, las cebollas, los tomates o las naranjas cuestan en promedio un 450% por encima de las góndolas en Argentina.
Si se está cansado de cocinar y comer en casa, y se opta por tomar algo o comer en un restaurante las diferencias también son notables. Así por ejemplo, un combo en un local de comidas rápidas es un 100% más caro, mientras que comer el menú del día será 221% más elevado y tomar un capuccino, cuatro veces más.
Pero no todo está perdido para quien está dispuesto a realizar el «vacunatour«, pues si se va de shopping la costa pinta mejor.
A manera de ejemplo, las zapatillas de marca cuestan «apenas» un 20% más, mientras que por unos jeans y vestidos se tiene que pagar una diferencia que oscila en el 30%. La mayor diferencia se observa en los zapatos de hombre que sí valen un 70 por ciento más.
En definitiva, más allá del deseo de acceder a la tan ansiada vacuna que permita eludir los efectos negativos del Covid-19, se debe tener en cuenta otros factores que hay que evaluar al momento de planificar el viaje.
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