Turbulencias, heridos y hasta un pasajero en el guardaequipaje: un viaje de pesadilla de Madrid a Montivedeo
Un vuelo de la Aerolínea Air Europa, que partió de Madrid (España) con destino a Montevideo (Uruguay), tuvo que realizar un aterrizaje forzoso en la cuidad brasileña de Natal debido a las importantes turbulencias que ocasionaron heridos dentro de la aeronave. Aquellos pasajeros que no estaban atados con el cinturón de seguridad salieron «volando», según relatos de algunos pasajeros uruguayos. Al punto que uno de los viajeros quedó atascado en el lugar donde se guardan las valijas.
Hubo 30 heridos: sufrieron fracturas cervicales, lesiones faciales y dolores en el pecho. Al menos 10 de ellos fueron hospitalizados en Brasil. Según se informó oficialmente, el Boeing 787-9 Dreamliner «debió realizar un aterrizaje de emergencia en el aeropuerto de Natal»
«Natal era el aeropuerto que más rápido podía atender a los pasajeros con necesidades médicas. Todas las personas que han requerido asistencia sanitaria están siendo atendidas en centros de Natal», explicó Air Europa, a través de su cuenta de X.
En tanto, el Consulado del Uruguay en Brasilia informó que ha entrado en contacto con el Hospital Monsenhor Walfredo Gurgel de la ciudad de Natal, donde fueron trasladados los heridos, y se encuentra recabando información y realizando seguimiento de la situación de los compatriotas que allí se encuentran», según detalla el comunicado de Cancillería.
Por su parte, la compañía aérea también comunicó que «esta tarde despegará un avión desde Madrid que recogerá a los pasajeros y continuará el viaje hasta Uruguay». Mientras tanto, los pasajeros fueron trasladados a Recife, donde se alojarán por unas horas, hasta poder completar el viaje a Montevideo.
Finalmente, la empresa informó que el avión permanecerá en revisión para determinar el alcance de los daños registrados.
Los testimonios de un viaje de pesadilla
«Primero hubo una turbulencia muy muy leve, casi ni se sintió, y de un momento a otro abruptamente el avión cae y todos nos elevamos. Aquellos que no tenían cinturón, volaron y quedaron algunos enganchados al techo. Duro como 3, 5 segundos», relató Norys, una pasajera, al Observador de Uruguay.
«La sensación fue de terror, sentir que estás cayendo y que no termina. Y sos consciente de que estás cayendo a una velocidad incalculable. Y sentías que se terminaba ahí, que morías. Hasta que empezamos a ver en la pantalla que el avión empezó a subir», contó Juan, otro pasajero, al mismo medio.