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CEREBRO EMPRENDEDOR

CEREBRO

EMPRENDEDOR

Muchos nos lanzamos a emprender, y fracasamos preguntándonos que sucedió, si teníamos todo muy bien planificado. ¿Será que nuestro cerebro nos jugó una mala pasada?

Lo que muchos no saben, es que nuestra experiencia laborar en relación de dependencia, nos ha formados mentalmente para accionar de manera inconsciente, como lo haríamos en un trabajo habitual. Es que no podemos emprender, pensando como empleados.

Que debemos decodificar de nuestro cerebro para poder dejar los hábitos que adquirimos al ser empleados y pasar a ser emprendedores exitosos:

  1. No trabajes por hora, trabaja por metas y objetivos

Es común pensar que mientras más horas trabajamos, más dinero obtendremos. Cuando trabajamos para otro, creemos eso, y más aún si tenemos posibilidad de acumular horas extras. El dinero es directamente proporcionar a las horas laborales, sin importar si nuestras tareas fueron logradas de manera efectiva. No por estar ocupados vamos a ser productivos.

Al ser emprendedores, debemos comprender que nuestro cerebro funciona de otra manera. Mientras más descansado este, más efectivas serán nuestras decisiones, y mientras más estresado o fatigado, mayor fracaso. Cambia tu chip y empieza a organizar tus tareas, dividiendo aquellas urgentes, de aquellas importantes.

Comienza tus primeras horas poniendo tu máximo potencial para aquellas tareas urgentes que no pueden esperar. Vas a obtener soluciones más rápidas y efectivas. Luego sigue por las importantes, programando siempre cantidad de horas, para no fatigar tu buen funcionamiento y sabiendo delegar en otros aquellas de fácil resolución.

 

  1. Deja de buscar jefes y sal a buscar clientes

Es normal que como empleados, esperemos que nos digan que hacer y cómo hacerlo, nuestro día laborar es organizado por otra persona. Esta relación jefe-empleado, nos puede llevar a confundir nuestra relación vendedor-cliente, repitiendo parámetros, muy pocos saludables para nuestra vida como emprendedor. Esta mala percepción nos lleva a que nuestro cliente se vuelva nuestro jefe. Empiezan a ser ellos mismos, los que nos manejan precios, horarios, plazos de entregas, siendo nosotros los que flexibilizamos por no saber cómo relacionarnos de manera sana con nuestros clientes.

Ponte en la posición de jefe y se tú, el que maneje una buena relación donde ambas partes puedan tener beneficios. Genera los argumentos necesarios para que tu cliente sienta que, en esta relación existe un ganar- ganar, donde las condiciones son negociables y tratables dentro de los límites que seas capas de definir como emprendedor.

  1. No ahorres para gastar, aprende a invertir para darle sustentabilidad a tu emprendimiento.

Cuando trabajamos en algo que no nos gusta, tratamos de motivarnos poniendo objetivos monetarios que nos impulsen a seguir adelante, por ejemplo un auto OK, una casa, un terreno, etc. Ese bloqueo mental de ahorrar dinero para gastarlo, puede ser algo muy perjudicial a la hora de emprender.

Si vas a emprender, debes aprender a invertir tus ganancias y dejar de creer que el dinero que recibes debe ser gastado como premio a tu esfuerzo o trabajo.

Los primeros años de cualquier  negocio, requiere que le demos un plus de dinero que nos garantice crecimiento y sustentabilidad en el tiempo. Esta sin duda será la clave para no fracasar y llevar adelante un emprendimiento que nos genere dinero y rentabilidad a largo plazo.

  1. Deja de ser reactivo y pasa de ser proactivo

Ser proactivo, significa tener encendida siempre la llama del HACER en nuestro interior. Esta es la base de cualquier emprendedor, si decidiste emprender, seguramente es porque eres una persona que le gusta salir de su zona de confort. Pero nuestros hábitos de empleados nos pueden generar un bloqueo a la hora de actuar, entonces nos quedamos esperando que otro lo haga por nosotros.

La organización y la disciplina son fundamentales para aquellos días difíciles, en los que todo nos cuesta un poco más.

Tener nuestro día planificado, nos permitirá evadir la falta del hacer y nos obligara a actuar. No te quedes esperando que otro te diga cómo hacerlo, tienes que ser el generador y el motor de tu emprendimiento.

  1. No trabajes en lo que te toca, comienza a rentabilizar tu pasión

Es común escuchar a las personas decir que su trabajo es simplemente una consecuencia de la vida o lo que consiguieron, quedándose allí por el simple hecho de tener un sueldo a fin de mes.

El animarse a emprender en nuestra querida Argentina, es sin duda un acto de valentía, que no muchos están dispuesto a afrontar.

Pero como dice la famosa frase:

“no vivas para trabajar, trabaja para vivir”

Yo te diré

“no vivas para trabajar, mejor vive para emprender y rentabiliza tu pasión”

 

El ser emprendedor no es para todos, pero si esta en vos esa llama no la apagues, el camino no será fácil, pero será icónico y trascendental en tu vida. Emprende con pasión y lograras un negocio exitoso.

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