Arrancó la temporada de verano en muchas regiones del país. Contra todo pronóstico, llega el tiempo de calzarse el traje de baño y las ojotas para cambiar de escenario después de meses encerrados. Aunque subsiste algo de incertidumbre y el presupuesto está acotado por la crisis de la pandemia, muchos hacen planes para salir de vacaciones. Los destinos locales son la tendencia.
De acuerdo a la nueva investigación de Booking.com, el 42% de los argentinos planean viajar dentro de su propio país a mediano plazo (dentro de los próximos 7 a 12 meses), y el 28% planea hacer lo mismo a largo plazo (de acá a más de un año). Asimismo, el 49% planea visitar algún destino dentro de su misma provincia o región.
La playa siempre seduce para el descanso. Las localidades balnearias de la costa bonaerense ya abrieron sus puertas con medidas de control y protocolos de prevención, que se pondrán a prueba durante este fin de semana largo.
Aunque hay playas tradicionales que por sus atractivos captan el interés de un público numeroso, como Mar del Plata, Villa Gesell o Pinamar, existen otras opciones menos conocidas por descubrir. Pueden ser una buena alternativa para huir de las multitudes en tiempos de distanciamiento.
En sintonía con una tendencia que revela el deseo de los argentinos por destinos más pequeños, menos conocidos y con menos aglomeraciones de personas, desde Booking -plataforma en la cual, según aclararon, no impacta el impuesto país en alojamientos locales- mencionan opciones menos exploradas en la costa.
Una de esas joyitas del Atlántico es Playa Reta, en el Partido Tres Arroyos. El balneario se encuentra a 587 kilómetros de la Capital Federal, al límite con Claromecó. Por sus médanos fijados en casi toda su extensión es una zona sin viento -uno de las grandes inconvenientes de la costa argentina- y el mar se encuentra libre de contaminación ya que no hay complejos fabriles cerca. Según describen desde la empresa, «una de las atracciones del lugar es el túnel submedanal que conecta el pueblo con la playa, en un principio se construyó para evitar las inundaciones, pero luego empezó a captar la atención de los visitantes, así como también el barco hundido del cual no se conoce con certeza su origen».
Un poco más presente en el radar, Costa del Este es otra de las sugerencias de Booking. Se ubica dentro del Partido de la Costa y limita con Mar del Tuyú. Tiene como atractivo la combinación de bosque y playas anchas. Está repleto de médanos y dunas de arenas finas. Se la conoce como la Playa del Millón de Pinos, por estar densamente forestada. Quienes la visitan pueden recorrer la reserva natural, conocer Punta del Lago – un recreo que cuenta con un lago artificial y donde se pueden realizar cabalgatas – y los restos del ‘Barco de la Galleta’, una embarcación de grandes dimensiones, de la cual no se conoce su verdadera historia.
No demasiado lejos, pocos kilómetros después de Mar de Ajó está Nueva Atlantis. Este balneario de nombre misterioso puede ser una buena opción para quienes buscan tranquilidad y distanciamiento. Ofrece playas amplias y menos concurridas que otros destinos vecinos, en un entorno agreste. Muchas de sus calles son de tierra. Es una localidad en crecimiento, con todos los servicios básicos para el veraneo. Tiene la ventaja de estar a 10 minutos en auto de Mar de Ajó y un poco más de San Bernardo.
Bien al sur, a 68 km de Punta Alta, está Pehuen Co. Es la última playa del litoral marítimo bonaerense antes de llegar a Bahía Blanca. Su nombre, que proviene de la lengua mapuche, promete verde y agua, pinos y mar. A 2 km de la localidad, se puede visitar la reserva donde se hallaron restos fósiles que habrían sido determinantes para que Darwin elaborara su teoría de la evolución. Otro atractivo es el bosque encantado.
Las estrellas del mar
A la par del despunte de nuevos balnearios que ganan fuerza, los preferidos desde hace años siguen más vigentes que nunca, en un verano con poca incursión de viajeros al exterior. Desde Despegar puntualizan: «Analizando el movimiento de las últimas semanas, observamos que las ciudades mejor rankeadas de la Costa Atlántica Argentina son Mar de las Pampas, Cariló y Pinamar. Si bien los destinos más elegidos por los viajeros son los clásicos de siempre, las opciones para veranear se han podido ajustar al contexto de post pandemia que estamos atravesando». La empresa lanzó recientemente su propuesta «Colecciones», una serie de Escapadas conformadas por vuelo, hotel, traslados y una experiencia gastronómica especialmente seleccionada. Se inaugura con «Escapadas Despegar Colección Bigbox», que incluye la Costa Argentina. Para compras de Escapadas para 2021 también aplica el beneficio de PreViaje. Es una iniciativa del gobierno que alienta la preferencia por destinos locales e incidirá en la ecuación de precios de quienes elijan las playas locales. Un informe de Despegar sobre el nuevo perfil del viajero argentino destaca la preferencia por las actividades en destino al aire libre y en contacto con la naturaleza, además de la búsqueda de reservas flexibles.
En Booking destacan que Las Gaviotas fue elegida como una de las playas más recomendadas por los argentinos durante la temporada de verano 2020. Sus playas extensas forman parte del camino al Faro Querandí, la primera construcción erigida en el partido. Junto a esa localidad, y casi sin fronteras percibibles, está la cada vez más popular Mar Azul.
En la zona, una de las nuevas estrellas es Costa Esmeralda. Es el balneario más austral del Partido de la Costa, en el límite con Pinamar. Con una propuesta que incluye médanos, pinos, deporte y un énfasis en la exclusividad, despierta cada vez más interés y este año atraería parte del público que suele veranear en Punta del Este. Funciona como un barrio cerrado pero tiene también playas públicas. Cuenta con dos paradores, cancha de golf, de tenis, caballerizas. Por su facilidad de acceso directo a la playa es un paraíso para las 4×4. Tiene propiedades de todo tipo, con una zona de departamentos nuevos. El estilo es familiar.
No faltan opciones. A preparar el protector solar, el alcohol en gel y salir a la playa, contra viento y marea.