Toda la humanidad cabría en un terrón de azúcar. No es ninguna broma. ¿Quieres saber por qué? ¿Cómo es esto posible? A continuación te lo explicamos.
Toda la materia está compuesta por átomos. Todos esos átomos poseen un núcleo que, como ya sabes, lo componen los protones (partículas con carga positiva) y los neutrones. Alrededor del núcleo se encuentran girando los electrones (partículas con carga negativa). Esos átomos resultan ser tan pequeños que una persona normal de unos 70kg de peso está formada aproximadamente por 6,7·10^27 átomos de hidrógeno, oxígeno, carbono, nitrógeno, calcio, fósforo, cloro y potasio.
Hagamos algunas analogías para comprender mejor la escala en la que nos estamos moviendo:
- Un grano de arena contiene 2,2 trillones de átomos.
- Un glóbulo humano contiene 10 billones de átomos.
- Un pelo humano tiene un espesor de medio millón de átomos.
- Un átomo sería como una hoja de papel comparado con el Empire State.
Más analogías en «100 analogías científicas» de Joel Levy.
Vamos a realizar otra analogía, esta vez dentro del átomo. Si un átomo fuese como un campo de fútbol, el núcleo sería como un guisante colocado en la parte central del mismo. Asimismo, los electrones ocuparían toda la parte de las gradas. Como bien habrás deducido, la mayor parte es vacío.
Pues bien, lo que dice esta teoría es que si eliminásemos todos los espacios vacíos existentes dentro del átomo de TODA LA HUMANIDAD, toda la materia resultante cabría en un simple terrón de azúcar. Es más, ese terrón de azúcar pesaría cinco mil millones de toneladas (¡¡¡5.000.000.000.000.000 gramos!!!) y sería extremadamente denso. ¿Parece increíble verdad?
Como dijo el químico Ernest R. Toon: